Necesidad del tramado
Necesitamos tramar una fotografía ya que antes, cuando las fotos eran analógicas, la imagen tenía una serie de grises que se fundían progresivamente debido al revelado analógico con líquidos y papeles fotosensibles. Pero, ¿cómo hacemos reproducciones de esa foto?
La respuesta es el tramado, o lo que es lo mismo: descomponer la imagen en puntos, generalmente de diferente tamaño para dar sensación de tono.
Fue Meisenbach en 1882 el que se considera el padre de esta revolucionaria idea, ya que hoy sigue siendo el método que usamos en artes gráficas.
¿Cómo funciona? Si pensamos en el elemento gráfico más pequeño, nos lleva al punto. Si nosotros cogemos una serie de puntos y los agrupamos, podremos hacer cualquier imagen, desde una línea, hasta un sombreado o difuminado.
En la trama AM (Amplitud Modulada), los puntos se colocan de manera secuenciada a la misma distancia, pero con diferente tamaño. En este ejemplo, vemos como las líneas de puntos están a 45º para dar una sensación de degradado más suave.
Tramar las imágenes por tanto es una simulación del valor tonal, es decir, de representar una escala de grises. Los puntos son confundidos y difuminados por el ojo humano percibiendo un valor de gris.
Incluso actualmente con los desarrollos tecnológicos en la imagen digital y las técnicas de impresión, no podemos imprimir imágenes con sus gamas tonales sin descomponer la imagen en puntos.
En la trama FM (Frecuencia Modulada o trama Estocástica), los puntos son dispuestos en un desorden ordenado, cubriendo más superficie del fondo, y por tanto dando más sensación de grises de tono continuo. Es lo más parecido al grano de la fotografía analógica.
Características de la trama
DPI
Los puntos por pulgada o dots per inch DPI establecen el tablero de juego para empezar a hablar de la trama. Si por ejemplo una imagen tiene 30 DPI quiere decir que se divide en 30 puntos por pulgada lineal. Esos 30 DPI serán los que tendrán que construir los puntos de trama, que a su vez se agruparán en filas para hacer las líneas de trama:
Esta imagen tendría 30DPI de resolución de salida, con 5LPI como trama. Tenemos los DOTS que forman los PUNTOS que forman las LÍNEAS.
Una impresora de inyección de tinta suele imprimir entre 600 y 2400 dpi, las impresoras láser de tóner entre 600 y 1200 dpi y los CTP (imprenta profesional) en torno a los 1200 a 2540 dpi.
En la trama estocástica, el DOT no forma otros puntos, sino que es él el que se dispersa como si fueran las gotitas de un spray que se difumina para representar la imagen:
A la izquierda tenemos la trama convencional o AM. A la derecha la FM o estocástica.
Punto de trama: Porcentaje y forma
Como hemos visto, los puntos de trama se forman de “dots” (DPI). El tamaño de los dots determina la calidad de la forma del punto, por ejemplo, si quiero hacer un punto de trama con forma de círculo en la imagen anterior, sería imposible. Pero si la cuadrícula de dots fuera más fina, podría sin problema.
En la imagen que vemos arriba, en la fila 1 se ve el porcentaje de punto cuando se dispone en líneas (LPI): Desde el 0 al 100%.
En la fila 2, vemos el espacio del que dispone cada punto de trama para ir desde el 0% (vacío) hasta el máximo al 100%. En este ejemplo son puntos cuadrados, pero hay muchas formas posibles que veremos a continuación.
Las formas que se suelen usar son sobre todo círculos y elipses, aunque se pueden encontrar también cuadrados, rombos y líneas. Por otro lado, la trama más eficaz y la que usa solo los dots y no hace puntos más grandes con ellos, es la llamada trama estocástica o FM. También existen tramas híbridas que mezclan la tradicional con ésta.
Hay más tipos de tramas híbridas donde se mezclan la trama convencional o de roseta, con la FM. En cualquier caso, siempre con intención de que la imagen se vea lo mejor posible, dependiendo del tipo de soporte, más o menos absorbente, tipo de tinta, base grasa, acrílica o alcohol, o tipo de sistema de impresión.
En esta comparación, vemos las cuatro tintas CMYK superpuestas (recordad que son translúcidas). En la trama roseta, podemos ver más el fondo del soporte, y espacios vacíos entre las líneas de puntos. En cambio, la trama estocástica cubre más superficie del soporte y da una mayor sensación de tono continuo. Hay casos que dependiendo del tipo de impresión, tintas y soportes, la trama FM no se puede usar porque se produce pérdida de punto, que es cuando el puntito de tinta reduce su tamaño porque se absorbe por el soporte incluso pudiendo llegar a desaparecer. Por otro lado existe la ganancia de punto, que es justo lo contrario: El punto crece debido a una mala gestión en la impresión, exactamente igual que la anteriormente descrita pero al contrario. En ambos casos, el color sufre modificaciones que causan que la impresión quede defectuosa.
Lineatura de trama
Como ya hemos visto, la lineatura de trama se mide con LPI, y se refiere a los puntos de trama por pulgada. Cuanto más fina es la línea más preciso y mayor detalle tiene el impreso. La lineatura depende de cada sistema de impresión y del soporte, por ejemplo en un periódico impreso en Offset podemos tener 80 LPI y en un cartel de alta calidad 175 LPI. En cada tema de los sistemas de impresión que veremos más adelante, veremos qué lineatura se usa en cada uno.
Ángulos de trama
Las LPI son una serie de puntos que forman una línea. Hasta ahora las hemos visto representadas en horizontal pero en realidad no siempre son así. Las tramas se inclinan en una serie de ángulos para crear mayor efecto de continuidad al ojo, y que no notemos el punto. Además la trama roseta dispone cada color en un ángulo diferente para que no aparezcan efectos desagradables y fallos como el moiré.
Por ejemplo, si vemos una trama de blanco a negro en horizontal, veremos un efecto de líneas verticales que no veremos si la inclinamos a 45º:
Como vemos, la inclinación de las líneas o angulatura de trama hace que veamos los tonos de manera diferente dependiendo del caso. A la derecha, los valores que normalmente se aplican a la trama de roseta.
Trama de Roseta y estocástica
Si os fijáis en la imagen anterior, cada plancha de color en CMYK tiene determinada una angulatura para mezclarse. Así, cuando los colores se superponen, la trama de roseta produce un efecto óptico llamado moiré, pero en este caso agradable al ojo:
Si una o varias planchas de color se mueven, o no tienen una angulatura correcta, se produce el moiré que crea unas ondas ópticas desagradables a la vista, que incluso marean. Mientras que si todo está correcto, el efecto será una retícula ordenada y no resultará desagradable o extraño al ojo.
Por otro lado, la trama estocástica o las tramas híbridas no usan angulaturas sino solo porcentaje, imprimiendo más puntos cuanta más presencia de color haya, estableciendo así un desorden ordenado: