Para componer un producto gráfico necesitamos conocer las normas básicas de composición. Si hacemos que nuestro diseño cumpla estos puntos, conseguiremos que funcione ya que será legible, fácil de comprender y visualmente atractivo.
1. Énfasis y jerarquía visual
También llamado punto focal, es la norma que indica cuáles son los elementos del diseño que destacan más por encima de otros y por qué. Se utiliza para jerarquizar la composición y dar mayor valor a algunos elementos y por tanto, menor valor a otros, siempre con la intención de que el espectador visualice el producto gráfico de una manera ordenada y clara. Así podremos hacer que vea de manera progresiva los elementos según su importancia.


Contraste
El contraste es uno de los conceptos que utilizamos para darle énfasis a un elemento. Puede ser de diversas formas como el tamaño o escala, color, posición o estilo. En la imagen anterior, vemos como el texto más grande contrasta por su tamaño, así como el rojo por su color.

Por tanto el contraste podemos conseguirlo por tamaño, color y posición/ubicación de los elementos con respecto al resto.

2. Alineación y equilibrio
La alineación es colocar los elementos con respecto a un eje. Su objetivo es ordenar los elementos, creando una relación entre ellos aportando incluso carácter a la composición. Una composición bien alineada y compuesta nos transmitirá orden, incluso elegancia, mientras que en otra desordenada y con una alineación fallida, nos transmitirá lo contrario.

La alineación hace que los elementos queden ordenados y no floten dispersos por la obra, dando una sensación de mayor profesionalidad. Podemos ver alineaciones más clásicas como a la izquierda, centradas y simétricas, o un poco más arriesgadas como las diagonales. Además en cuanto al texto, las justificadas pueden dar sensación de orden y control.

El equilibrio se refiere a la distribución visual del “peso” de los elementos dentro de un diseño.
El “peso visual” lo generan factores como el tamaño, el color, la textura, la forma o la posición.

Por el contrario, la asimetría es cuando uno o varios elementos están en desequilibrio con el resto ya que no se basan en ningún eje y su orden es aleatorio.
Hay tres tipos principalmente, el simétrico que trasmite orden y estabilidad, el asimétrico que es un falso simétrico con elementos de diferente naturaleza (tamaño, color, forma…) enfrentados con respecto a un eje, y el radial que los distribuye en base al centro de un círculo, elipse u óvalo incluso, orbitando como los números de un reloj. También los patrones de repetición se podrían considerar en cierto modo una parte de la simetría ya que se generan repitiendo elementos, normalmente ordenados por ejes.


El equilibrio ayuda a que el diseño sea agradable a la vista y fácil de comprender, evitando que un lado pese más que otro.

En resumen, la alineación aporta orden y estructura, mientras que el equilibrio asegura que ese orden se perciba armonioso y atractivo.
3. Proporción
La proporción es la relación visual que hay entre los elementos y con respecto al documento final. Es decir, el tamaño o peso gráfico que tienen los elementos y su relación, como por ejemplo un título con respecto al subtítulo, párrafo o una imagen. También la proporción es la relación de esos elementos con respecto al espacio en blanco y los márgenes de la obra gráfica.


El concepto de proporción no solo se rige por el tamaño como el ejemplo anterior, sino también por la relación de sus elementos en base a su armonía visual. Un ejemplo muy conocido y usado en diseño y arte es la proporción áurea.




4. Repetición
Por contra de lo que se ve en muchos sitios, el concepto de repetición no se basa en repetir un elemento en un orden determinado. Eso sería un patrón y está bien, pero la repetición en diseño gráfico se refiere a utilizar no los mismos elementos (que también) sino los mismos estilos, colores o formas de composición.
Por ejemplo, si vemos un producto gráfico como un envase, veremos que las fuentes, pudiendo ser dos o tres, se repiten en diferentes partes del trabajo. También pasa con el espacio en blanco o aire, márgenes, colores e incluso grosor de líneas o gesto de las mismas. Es uno de los conceptos más importantes para dar sensación de unidad entre los elementos, aún estando separados en el espacio.




5. Unidad
Derivado del concepto de repetición, o más bien formando parte de éste, la unidad es la que crea la armonía del diseño, haciendo que todos los elementos formen parte de un todo. El conjunto de las partes debe ser visualmente coherente, y para ello hay que dar a cada parte del diseño unas características técnicas comunes.


Incluso cuando vemos la reducción del logo, con solo tres partes, sigue funcionando debido al mismo motivo.
Además, la unidad la podemos definir como bloque de elementos o concepto de compacto. Es decir, un elemento bloque o compacto es aquel que, formando parte de una obra completa, transmite el concepto de unidad por sí solo. Si tenemos elementos de diseño que a su vez son un bloque compacto en sí mismo, será más fácil que luego se integren con el resto de bloques haciendo más armoniosa la obra y facilitándonos la composición. Por el contrario, si un elemento tiene partes inconexas, sub-elementos desordenados y fallas en su composición individual, será mucho más difícil su integración con otras partes de la obra total.